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CÓMO INCREMENTAR TU ASERTIVIDAD EN 10 PASOS

La asertividad es la habilidad de ser claros y directos, sin herir ni atacar a los demás. Se trata de respetarse uno mismo y respetar a los demás, defendiendo nuestros derechos.



Hay tres tipos de conductas que podemos adoptar:

1.     Postura pasiva: Permitimos que otras personas decidan por nosotros, aceptamos cosas y situaciones que no queremos, y eso nos hace perder el respeto por nosotros mismos, por no hablar del peligro que tiene el poder estallar como una olla expres en cualquier momento por toda la tensión acumulada.
2.     Postura agresiva: Imponemos nuestra voluntad a los demás.
3.     Postura asertiva: es el punto intermedio entre la pasividad y la agresividad. Nos expresamos de forma honesta respetando a los demás y respetándonos a nosotros mismos.

Si no eres una persona asertiva, puedes aprender a serlo. Ser asertivo es ser consciente de tus sentimientos sin dejarte llevar por las emociones. Podemos incrementar nuestra asertividad siguiendo los siguientes consejos:
  1. Aprende a expresar tus sentimientos al defender tus derechos. Compartir lo que sientes, favorece las relaciones con los demás, y además invita a que todos hagan lo mismo.
  2. Resuelve los problemas en las primeras fases. No permitas que ninguna situación te lleve al enfado.
  3. Muestra naturalidad y tranquilidad al hablar. Nadie es más ni menos que nadie. Simplemente transmite tu mensaje con claridad.
  4. Cuando no estés de acuerdo con algo o no quieras hacer algo, exprésalo. No te calles, y aprovecha a argumentar en base a cómo te hace sentir ese hecho.
  5. Conversa de forma tranquila y cómoda, sin atacar ni faltar al respeto a los demás.
  6. No te sientas mal por exponer tus deseos. No tiene nada de malo, aunque nos hayan educado en que no es correcto anteponer nuestras necesidades a las de las demás.
  7. Incrementas tu autoconfianza y autoestima.
  8. Sólo puedes aprender a desarrollar tu asertismo mediante experiencias reales, se trata de practicar y mejorar.
  9. Cuando expresas tus deseos y no te callas, consigas tus propósitos o no, te sientes mejor y más feliz contigo mismo.
  10. Si no defiendes tus derechos y no te respetas a ti mismo, los demás pueden interpretar que tampoco deben respetarte.


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